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Diagnóstico TDAH adulto

Creo que tengo TDAH… ¿Ahora qué?

El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad, debe ser diagnosticado por un experto calificado (psiquiatra, psicólogo…) con formación en TDAH. Esta persona hablará con el afectado y/o sus seres queridos para documentar los síntomas y ver si cumplen con los criterios necesarios. Las pruebas y cuestionarios no son suficientes por sí solos para establecer un diagnóstico.

En este artículo te explicaremos:
  1. Cuál es el proceso de diagnóstico
  2. Qué síntomas son característicos del TDAH en adultos  
  3. Diferencias entre un comportamiento “normal” y el TDAH 
  4. Cómo obtener ayuda si crees que tienes TDAH

1. Cómo se diagnostica el TDAH en adultos

Para entender si alguien tiene ADHD, es importante examinar los síntomas que ha tenido durante toda su vida, tanto durante su infancia como ahora.

Estos síntomas deben generar dificultades notables en al menos dos áreas de la vida de la persona, como en la escuela, en el trabajo, en casa o en las relaciones personales.

Durante la evaluación, se recogen detalles proporcionados por la persona afectada y, a menudo, también por su familia o pareja, para obtener una imagen clara del impacto del trastorno en sus actividades diarias.

Es crucial examinar toda la historia médica del individuo e identificar cualquier otro trastorno psiquiátrico o de salud que pudiera estar presente, ya que las personas con TDAH a menudo pueden tener otras condiciones simultáneamente.

Criterios de diagnóstico del TDAH

Para diagnosticar el TDAH en un adulto, un profesional cualificado tomará los pasos necesarios para:

  1. Observar síntomas de inatención o hiperactividad-impulsividad que no son apropiados para la edad durante al menos 6 meses.
  2. Confirmar que los síntomas ocurren en diferentes ambientes, como el hogar y la escuela.
  3. Verificar que los síntomas interfieren significativamente con la vida cotidiana de la persona.
  4. Asegurarse de que algunos síntomas empezaron en la infancia o la adolescencia.
  5. Descartar que otro trastorno pueda explicar mejor estos síntomas.

Es esencial reconocer que cada persona con ADHD es única y puede exhibir diferentes patrones de síntomas y enfrentar distintos tipos de desafíos.

Proceso de diagnóstico del TDAH

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se diagnostica a través de una exhaustiva evaluación clínica liderada por un psiquiatra o psicólogo, u otro profesional cualificado. 

Durante esta evaluación, se analiza la presencia y gravedad de los principales síntomas del TDAH a lo largo de la vida, así como su impacto en la vida del paciente, mediante la observación del comportamiento del individuo y su historia clínica, así como 

Existen varias herramientas y métodos de evaluación del TDAH para adultos estandarizados y validados clínicamente, como por ejemplo:

  • Las entrevistas estructuradas como DIVA-5 (enlace – acceso por $10).
  • Los cuestionarios basados en los síntomas del TDAH, como el cuestionario autoinformado de cribado del TDAH adulto (ASRS-V1.1) (enlace – acceso gratuito).
  • Recolección de información de sus familiares cercanos o personas que hayan convivido con él durante su infancia.

También se puede complementar el diagnóstico basado en síntomas con pruebas psicológicas para evaluar el funcionamiento cognitivo y emocional del paciente.

¿Por qué no se utilizan pruebas neurobiológicas o neuropsicológicas?

Aunque muchos estudios sobre el cerebro de personas con TDAH han encontrado diferencias entre grupos de sujetos con y sin TDAH, estas diferencias suelen ser pequeñas y no difieren significativamente entre las personas con TDAH y aquellas con otros trastornos. Por lo tanto, no son útiles para diagnosticar el TDAH a nivel individual.

En concreto, se ha observado que la combinación de ciertas pruebas objetivas de rendimiento cognitivo con evaluaciones clínicas puede mejorar la identificación precisa del TDAH en adultos. Sin embargo, actualmente las pruebas neuropsicológicas no son suficientes para determinar el diagnóstico o el grado de afectación en las áreas principales de la vida.

Por otro lado, los estudios sugieren que las disfunciones y diferencias cerebrales son una parte central del TDAH en niños y adultos. Sin embargo, estas diferencias por sí solas aún no son aplicables para diagnosticar el TDAH a nivel individual.

Por tanto, actualmente la detección y diagnóstico del TDAH en adultos requiere una evaluación clínica integral y no se puede basar exclusivamente en pruebas físicas o neuropsicológicas.

2. Síntomas del TDAH en adultos

“Trastorno por déficit de atención” puede ser una etiqueta engañosa. Los adultos con TDAH pueden concentrarse en tareas que les parecen estimulantes o interesantes, pero les cuesta mantener la atención en tareas aburridas o frustrantes. Pueden distraerse fácilmente con estímulos irrelevantes, saltar de una actividad a otra o cansarse rápidamente.

Algunos ejemplos de esta categoría de síntomas son:

  • Distraerse fácilmente con actividades o eventos de baja prioridad que otros suelen ignorar.
  • Tener tantos pensamientos simultáneos que resulta difícil mantenerse enfocado en uno solo.
  • Experimentar dificultad para prestar atención o concentrarse, ya sea al leer o al escuchar a los demás.
  • Soñar despierto con frecuencia o desconectar sin darse cuenta, incluso en medio de una conversación.
  • Luchar para completar tareas, incluso aquellas que parecen sencillas.
  • Tener tendencia a pasar por alto detalles, lo que ocasiona errores o trabajos incompletos.
  • Presentar dificultades en habilidades de escucha, como recordar conversaciones y seguir instrucciones.
  • Aburrirse rápidamente y buscar constantemente nuevas experiencias estimulantes.

Hiperfoco: el otro lado de la moneda.

Si bien es probable que sepas que las personas con TDAH tienen dificultades para concentrarse en tareas que no les resultan interesantes, es posible que no sepas que hay otro lado: una tendencia a absorberse en tareas estimulantes y gratificantes. Este síntoma paradójico se llama hiperfoco.

Puede ser tan intenso que te vuelvas ajeno a todo lo que está sucediendo a tu alrededor. Por ejemplo, puedes estar tan absorto en un libr, una serie o un proyecto que pierdas por completo la noción del tiempo y descuides tus responsabilidades. El hiperfoco puede ser una ventaja cuando se canaliza en actividades productivas, pero también puede generar problemas laborales y en las relaciones si no se controla.

Cuando tienes TDAH en la edad adulta, la vida a menudo parece caótica y fuera de control.

Mantenerse organizado y al tanto de las cosas puede ser extremadamente desafiante, al igual que determinar qué información es relevante para la tarea en cuestión, priorizar tu lista de tareas, llevar un seguimiento de las tareas y responsabilidades, y administrar tu tiempo.

Los síntomas comunes de desorganización y olvido incluyen:

  • Habilidades de organización deficientes (hogar, oficina, escritorio o automóvil extremadamente desordenados)
  • Tendencia a procrastinar
  • Problemas para comenzar y terminar proyectos
  • Llegar tarde con frecuencia
  • Olvidar citas, compromisos y plazos con frecuencia
  • Perder o extraviar constantemente cosas (llaves, billetera, teléfono, documentos, facturas)
  • Subestimar el tiempo que tomará completar las tareas.

Si experimentas dificultades para controlar tus reacciones y comportamientos, es posible que estés lidiando con impulsividad. Este síntoma puede llevarte a actuar sin reflexionar y a no medir las posibles consecuencias de tus actos. Las interrupciones constantes, la incapacidad de autocensura y el abordaje apresurado en las tareas son signos comunes.

La paciencia se torna un desafío, y podrías verte motivado a sumergirte en situaciones sin estimar los riesgos, a veces considerables.

En un ámbito social o laboral, esta impulsividad podría manifestarse en la dificultad para mantener la compostura en eventos que requieren atención sostenida, como reuniones extensas. Esto también se asocia con:

  • Hablar sin dar turno a los demás o ignorando su conversación.
  • Mostrar carencia de autocontrol, inclinación hacia comportamientos adictivos.
  • Expresar pensamientos ofensivos o inapropiados impulsivamente.
  • Actuar de modo temerario, sin prever los resultados de estas acciones.

Muchos adultos con TDAH tienen dificultades para manejar sus emociones, especialmente cuando se trata de sentimientos como la ira o la frustración.

Los síntomas emocionales comunes del TDAH en adultos incluyen:

  • Experimentar estrés con facilidad
  • Mostrar irritabilidad o tener un temperamento corto, a menudo explosivo
  • Tener baja autoestima y sentir inseguridad o falta de logros
  • Enfrentar dificultad para mantener la motivación
  • Ser hipersensible a la crítica.

A medida que las personas con TDAH envejecen, los síntomas de hiperactividad tienden a volverse más sutiles e internos.

La hiperactividad en niños con TDAH a menudo se convierte en “intranquilidad mental” en adultos. La mente salta de un pensamiento a otro sin descanso, lo que afecta la concentración y el desempeño en tareas. Estos episodios de distracción no son como pensamientos obsesivos, son cortos y cambiantes.

Estudios demuestran que la tendencia a divagar está vinculada con el TDAH adulto y es incluso un indicador fiable en el diagnóstico de esta condición. Controlar estos síntomas es crucial para mejorar la capacidad de enfocarse y la productividad. 

Algunos síntomas comunes de hiperactividad  e inquietud mental en adultos son:

  • Dificultad para relajarse, incluso en el tiempo libre.
  • Pensamientos espontáneos no relacionados, múltiples pensamientos a la vez.
  • Pensamiento asociativo, relacionando ideas dispares de manera espontánea.
  • Aburrimiento fácil y anhelo de emoción, con una tendencia a correr riesgos.
  • Hablar en exceso y realizar múltiples tareas simultáneamente.
  • Dificultad para mantenerse quieto y una sensación constante de inquietud interna.
  • No poder aguantar un trabajo de oficina por la aceleración constante.
  • Necesitar “estar haciendo algo” siempre.
  • Dificultades para conciliar el sueño.

No es necesario ser hiperactivo para tener TDAH.

A diferencia de los niños y adolescentes, los adultos con TDAH tienden a mostrar menos síntomas de hiperactividad. Solo un pequeño porcentaje de adultos con TDAH experimenta síntomas prominentes de hiperactividad. Es importante recordar que el nombre puede resultar engañoso, ya que es posible tener TDAH incluso si no se presentan síntomas de hiperactividad.

Reconocer estos síntomas es el primer paso para buscar orientación y apoyo en el abordaje del TDAH en adultos.

3. ¿Comportamiento "normal" o TDAH?

Es importante recordar que el TDAH es un trastorno del neurodesarrollo y no simplemente un comportamiento típico o una respuesta normal al estrés.

Si bien todas las personas experimentan despistes, dificultades de concentración o impulsividad en algunos momentos de la vida, en las personas con TDAH estos rasgos más severos y frecuentes, llegando a interferir significativamente en su funcionamiento diario.

Además, para calificarlo como TDAH los síntomas deben de haber estado presentes desde la infancia y afectar a distintas áreas de la vida (el trabajo, las relaciones personales, las finanzas, el autocuidado, etc.).

La complejidad de diagnosticar el TDAH en adultos

Hay varios aspectos que hacen el diagnóstico del TDAH más complejo en la vida adulta. Entre otros:

  • Hay adultos con TDAH y buen funcionamiento (por ejemplo, si han encontrado trabajos o entornos adecuados para su TDAH) que pueden no mostrar un patrón típico de dificultades en su vida diaria. Aún así, pueden tener problemas en áreas más rutinarias como el pago de facturas, el cuidado del hogar o la formación de relaciones sociales estables.
  • Las personas con TDAH y alta inteligencia pueden desarrollar estrategias para compensar sus dificultades, lo que a veces hace que el trastorno sea más difícil de detectar. 
  • A menudo, el diagnóstico en adultos se pasa por alto en la práctica clínica debido a la falta de conocimiento sobre el TDAH adulto entre los profesionales.
  • Hay problemas que pasan desapercibidos, como el malestar subjetivo por los síntomas como la inquietud mental y física, problemas de sueño e inestabilidad emocional; y el consumo de sustancias como el cannabis o el alcohol para aliviar estos síntomas.
  • Además, la alta frecuencia de condiciones psiquiátricas comórbidas (que existen a la vez que otras). La tasa de comorbilidad a lo largo de la vida para personas con TDAH es del 60–80%. Esto puede incluir depresión, ansiedad, bipolaridad, abuso de sustancia y otros trastornos de conducta.

4. Qué hacer si creo que tengo TDAH

Cuándo pedir ayuda

Si sospechas que puedes tener TDAH y sientes que los síntomas afectan negativamente tu calidad de vida, es momento de buscar ayuda.

Algunas señales de que podrías beneficiarte de asistencia profesional son:

  1. Dificultad para cumplir tus responsabilidades laborales, académicas o personales.
  2. Conflictos frecuentes en tus relaciones debido a los síntomas del TDAH.
  3. Problemas en el trabajo, como incumplimiento de plazos y falta de organización.
  4. Altos niveles de estrés y ansiedad por los síntomas del TDAH.
  5. Abuso de sustancias (drogas, tabaco, cafeína) o conductas (sexo, compras impulsivas, actividades de riesgo, videojuegos, redes sociales) como alivio de los síntomas.

Un diagnóstico adecuado es el primer paso hacia una vida más equilibrada y satisfactoria. Con el tratamiento adecuado, las personas con TDAH pueden aprender a manejar sus síntomas y llevar una vida plena y exitosa.

Además, busca ayuda si ya tienes un diagnóstico pero no recibes un tratamiento adecuado. Habla con un especialista para revisar el plan de tratamiento y realizar ajustes necesarios.

¿Quién puede diagnosticar TDAH en adultos?

El TDAH debe ser diagnosticado por un profesional de la salud mental capacitado, como un psiquiatra o psicólogo clínico. Solo un psiquiatra o médico podrá recetar tratamiento farmacológico si es necesario.

Busca un profesional especializado en TDAH adulto

Hace algunos años, se creía que el TDAH era principalmente un trastorno de la infancia. Sin embargo, ahora sabemos que eso no es correcto.

No obstante, no todos los profesionales de la salud mental conocen en profundidad el TDAH en adultos ni tienen experiencia evaluando y tratando a pacientes con TDAH adulto.

Diagnosticar el TDAH en adultos es complicado. No existe una única prueba definitiva para el diagnóstico, al igual que en otras condiciones psiquiátricas. Los síntomas del TDAH y de otras condiciones similares pueden manifestarse de manera distinta en adultos. La experiencia y conocimientos del profesional son fundamentales para un buen diagnóstico.

Por ello, es fundamental encontrar un especialista en TDAH adulto.

Busca opiniones y referencias antes de elegir a un profesional para asegurarte de recibir una evaluación precisa y un tratamiento eficaz.

Obtener un diagnóstico de TDAH adulto en España

Si deseas iniciar el proceso de diagnóstico, lo más efectivo es que te evalúe un psiquiatra. Para ello, existen dos opciones:

  1. Pedir cita a través de tu médico de cabecera: Puedes solicitar a tu médico de cabecera que te derive a un especialista en psiquiatría. Debido a la alta demanda, es posible que tengas que esperar algunos meses para obtener una cita.
  2. Acudir a una consulta privada: Hay psiquiatras y gabinetes psicológicos privados especializados en el diagnóstico de TDAH en adultos. Ten en cuenta que el precio aproximado por consulta es de 100€.

Si vives fuera de España, te recomendamos que consultes los pasos a seguir con tu proveedor médico.

¿Y después? Tratamiento del TDAH

Una vez recibido el diagnóstico, se presentan diversas opciones de tratamiento. El TDAH no desaparece, pero es posible desarrollar estrategias para gestionar los síntomas y mejorar la calidad de vida de forma muy significativa.

El tratamiento ideal del TDAH es multimodal y puede incluir diversas estrategias, como la psicoeducación, el tratamiento farmacológico, la terapia cognitivo-conductual (TCC), el coaching para el TDAH, los cambios en el estilo de vida y la terapia familiar, entre otros.

Las estrategias seleccionadas dependerán de las características y necesidades individuales de cada persona.

Independientemente de la opción de tratamiento elegida, la psicoeducación resulta fundamental para el éxito del tratamiento. Es esencial que la persona comprenda cómo funciona el cerebro TDAH y en qué situaciones aparecen las dificultades, ya que así podrá buscar soluciones de manera informada y efectiva.

Última actualización

Enero, 2024

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